ERMITA DE SAN BAUDELIO. CIGUDOSA (SORIA) (*)
Una vez abandonado Magaña, el río Alhama serpentea unos kilómetros entre barranqueras hasta recibir por su izquierda las aguas del río Valdeprado. Aquí su vega comenzará a abrirse proliferando las huertas entre frondosas choperas y algún molino. Son los últimos kilómetros del río por territorio soriano, un recorrido aún montañoso, aunque con un fondo de valle algo más abierto que anticipa ya las características más áridas del sector inmediato riojano: amplias huertas sobre los lechos y abundantes cárcavas en las laderas donde veremos anidar en primavera los vistosos y africanos abejarucos

Sobre las huertas, un viejo camino, hoy pista terrera, discurre por la margen izquierda en paralelo al río uniendo Valdeprado con Cigudosa. De cara a camino, huertas y río, se encuentra esta singular ermita, unos 500 m antes de llegar al pueblo, Cigudosa

Es singular el marco de acceso a la capilla, adintelado y elaborado con ladrillo tradicional. La construcción del porche moderno ha solapado en parte esta decoración en ladrillo del acceso, con seguridad el detalle más característico de la ermita, pero aún con ello es posible apreciar su encanto. Dos pequeños vanos más dan luz al interior, uno circular en la fachada principal y otro cuadrado en el coro. En el interior, de paredes revocadas y encaladas, un banco corrido perfila todos los laterales excepto la cabecera, donde se encuentra el altar. Éste es de madera, como el retablo, en el que a pesar del deterioro se conserva la estructura base en la que destaca la presencia de las habituales cabezas policromas de angelotes

El edificio tiene planta rectangular, orientación NE-SW, cabecera en el NE y acceso por el SE, de cara al camino y la vega del Alhama. La puerta de acceso está precedida por un pequeño porche cuadrado. Es clara la cronología reciente del porche, parece que de los últimos años del siglo pasado. Las características de la estructura principal apuntan a que no se remonta su origen más allá del siglo XVII, aunque también son evidentes remodelaciones y arreglos posteriores. La nave principal, rectangular, tiene el interior abovedado con cubierta de teja a dos aguas y el habitual alero donde se conjugan ladrillo y teja, tan propio de los siglos XVII y XVIII.


Fue San Baudelio un canónigo galorromano del siglo IV dC., decapitado en tiempos del emperador Juliano el Apóstata. Parece que fue enterrado en Nimes y desde allí circularon reliquias suyas cuya custodia generó la aparición de ermitas al sur de los Pirineos, como en la famosa mozárabe de las proximidades de Berlanga. En Cigudosa es el santo patrono de la Villa, conservándose hoy su imagen en la iglesia parroquial del pueblo. Hasta hace un par de lustros la imagen estaba en invierno en su ermita, de donde salía en procesión el 20 de mayo, día de su festividad, para recalar en la iglesia parroquial, donde pasaba el verano. En septiembre hacía el camino a la inversa, de la iglesia a la ermita para quedarse hasta el 20 de mayo siguiente. Según nos comentó Ambrosio, al entrar a la ermita se subastaban las andas del santo; este rito, que llevaba su rato, parece ser la causa que generó la reciente construcción del porche: así lo 'sugirió' el cura para que no se mojasen fieles y andas durante la subasta.

Hoy la ermita está en desuso, aunque no en ruina, guardándose en su interior algunos elementos de mobiliario, como mesas, sillas y bancos, que suponemos propiedad del común.
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En el mes de mayo de 2018 se ha renovado su cubierta colocando un tejado nuevo para conservar bien la ermita.
